Descompresión microvascular: una solución para la neuralgia del trigémino

La neuralgia del trigémino, también llamada tic doloroso, es una afección caracterizada por un dolor facial intenso, similar a una descarga eléctrica. Ello ocurre debido a la afectación del nervio trigémino, el cual es el responsable de llevar la sensibilidad del tacto y dolor desde la cara hasta el cerebro. En esta nota el Dr. Ignacio Barrenechea, integrante del Servicio de Neurocirugía y Coordinador de Unidad de Cirugía Cerebral de Áreas Elocuentes de Grupo Gamma, brinda información sobre esta particular patología.

El nervio trigémino es uno de los 12 nervios craneales que se originan en la base del cerebro. Está formado por tres ramas: la rama superior u oftálmica, que lleva la sensibilidad del cuero cabelludo, la parte frontal de la cabeza y cara (incluyendo al ojo); la rama media o maxilar, que pasa por la mejilla, la nariz y el labio superior; y la rama inferior o mandibular, que lleva la sensibilidad de la mandíbula y labio inferior.

La neuralgia del trigémino puede producirse a cualquier edad, pero el 70% de pacientes son mayores de 50 años. El pico máximo de incidencia está entre los 50 y 60 años.

¿Cuáles son sus causas?

Muchas veces no se encuentra ninguna causa que la origine. En este caso, se denomina neuralgia del trigémino idiopática (de causa desconocida). De encontrarse una, lo más común es que se produzca porque un vaso sanguíneo (arteria o vena) comprime al nervio trigémino cuando este sale del tronco cerebral, o con mucha menor frecuencia, por la compresión local de un tumor. Por último, los enfermos de esclerosis múltiple pueden presentar este cuadro si debido a la degeneración nerviosa de la enfermedad, se afecta también el nervio trigémino.

¿Qué síntomas tiene?

Esta enfermedad se caracteriza por un dolor facial súbito e intenso, semejante a un shock eléctrico, y es considerado uno de los dolores más fuertes conocidos por la medicina. Esto puede llegar a afectar psicológicamente al paciente y sumirlo en episodios de depresión. El tic doloroso puede durar desde unos segundos hasta minutos, con sensación de descargas punzantes alrededor del ojo, la mejilla y la parte baja de la cara, afectando por lo general un solo lado.

Los episodios dolorosos se pueden desencadenar por actividades cotidianas como cepillarse los dientes, masticar, beber, afeitarse o lavarse la cara (todos los cuales generan un estímulo sensorial en la zona del nervio). Es frecuente que inicialmente se confunda con un problema dental. Los síntomas en forma de ataques pueden repetirse varias veces a lo largo del día y persistir durante semanas. También pueden desaparecer durante meses o años y volver a aparecer sin causa aparente. Con el tiempo, los ataques de dolor a menudo se hacen más frecuentes, lo que lleva a algunas personas a evitar realizar ciertas actividades diarias y descuidar la alimentación o la higiene.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se basa en la descripción de los síntomas y en el examen del nervio trigémino ya que, por lo general, la exploración neurológica es totalmente normal. Hay que analizar el episodio doloroso (tipo, intensidad y localización del dolor) y tratar de vincular una actividad desencadenante del ataque.

La Resonancia magnética de encéfalo de alto campo permite ver el nervio trigémino con detalle, visualizando posibles compresiones de arterias o nervios que son en general la causa de dolor. Además, nos ayuda a descartar otras enfermedades que pueden afectar al nervio trigémino de forma secundaria como esclerosis múltiple, malformaciones vasculares de venas o arterias, y tumores extracraneales, entre otras patologías.

¿Cómo se trata esta enfermedad?

El tratamiento de la neuralgia del trigémino está enfocado en eliminar el dolor mediante métodos farmacológicos o quirúrgicos.

Tratamiento Farmacológico

Los analgésicos convencionales como la aspirina, el paracetamol y los opioides, no suelen ser útiles para controlar el dolor facial, y se tiene que recurrir a fármacos para el tratamiento de la epilepsia. Estas drogas, tales como la carbamazepina o pregabalina, bloquean la excitabilidad nerviosa reduciendo el dolor y la frecuencia de las descargas. Los fármacos se deben iniciar a dosis bajas, las cuales se van aumentando gradualmente hasta conseguir el mejor control del dolor con los mínimos efectos secundarios.

Tratamiento Quirúrgico: Descompresión Microvascular

A pesar de haber múltiples tipos de tratamientos quirúrgicos destinados a inhibir el dolor destruyendo el nervio (inyección de glicerol, radiofrecuencia, balón o radiocirugía), la descompresión microvascular es la única técnica no destructiva, enfocada a aliviar la presión sobre el nervio trigémino. Con una tasa de éxito superior al 80% y resultados satisfactorios superiores al 70% a 10 años, este procedimiento se reserva para los casos que no responden satisfactoriamente a los fármacos (10%-15% de casos) o cuando los efectos secundarios de la medicación son severos.

La descompresión microvascular es una técnica con una tasa de éxito superior al 80% y con resultados satisfactorios superiores al 70% a 10 años. Además, alivia el dolor sin causar lesión en el nervio.

Este procedimiento implica la reubicación o coagulación de los vasos sanguíneos que están en contacto con la raíz del trigémino para detener el mal funcionamiento del mismo. Durante la descompresión microvascular, el médico realiza una incisión detrás de la oreja del mismo lado donde se produce el dolor. Luego, a través de un pequeño canal de trabajo y bajo visión microscópica o endoscópica, el cirujano separa el nervio trigémino de las arterias que están en contacto con este y coloca un parche blando entre el nervio y las arterias. Si es una vena la que está comprimiendo el nervio, el cirujano puede coagularla. Por último, si durante el procedimiento se observa que no hay una arteria o vena presionando el nervio, se pueden separar los fascículos del nervio trigémino (endoneurolisis) para tratar el dolor.

Gracias a la innovación tecnológica y recurso humano, este procedimiento se puede realizar hoy de forma segura en el Hospital Privado de Rosario. Así, muchos pacientes se han beneficiado con esta técnica, la cual permite mejorar la calidad de vida de quienes sufren esta condición.

Nota publicada en El Panal, Blog de Salud de Grupo Gamma.